La revista Luvina y la Editorial de la Universidad de Guadalajara reúnen estos cien Cuentos de Asia, Europa y América para celebrar el número 100 de Luvina y sus veinticinco años ininterrumpidos de publicación. Son textos representativos de la literatura universal contemporánea que Luvina ha publicado, especialmente en los números dedicados al país invitado de honor de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Es una muestra formada por distintas literaturas, en el afán de nombrar nuevos y originales mundos, en una dimensión habitada en su totalidad por la lengua. Cada uno de los cuentos permite internarse en la singularidad humana al mismo tiempo que en los entramados de los relatos, cuya belleza encierra vitalidad y resignificación de lo real gracias al encuentro de la creatividad y la imaginación del autor, la obra y el lector.
«Un artista imponente que se cuenta entre los más grandes creadores de nuestro tiempo».CYNTHIA OZICK Tierra de chacales, ópera prima de Amos Oz, es una deslumbrante y emotiva colección de relatos inspirados en su mayoría por la vida en el kibutz, escenario ya familiar para todos los lectores del gran novelista israelí, ese microcosmos en el que el destino individual de quienes lo habitan está indisolublemente ligado a la estructura física y social de la comunidad. Cada una de las ocho historias que conforman el volumen transmite la tensión y la intensidad de las emociones que se vivieron durante el periodo fundacional de Israel: un Estado nuevo con un pasado milenario. Mención aparte merecen «Fuego extraño», verdadera obra maestra de la narrativa breve, que se desarrolla en un hogar de clase media, y «En esta mala tierra», particular exégesis de la leyenda bíblica de Jefté. Tras su aparición en 1965, la obra recibió el unánime respaldo de la crítica y su autor fue considerado de inmediato como la voz más original y prometedora de su generación, juicio que desde entonces se ha visto corroborado con cada nuevo título del que, probablemente, sea el mejor escritor en lengua hebrea del panorama internacional.
¿Es posible que una novela nos haga reflexionar sobre los límites del cuerpo y el alma, sobre la callada fuerza de la Naturaleza, sobre la imposibilidad de entender la muerte y la infinitud, sobre los anhelos metafísicos y la iluminación? Quizá Tocar el agua, tocar el viento hable de todo ello. Mientras en 1939 los nazis se adentran en Polonia, el matemático y relojero judío Elisha Pomeranz se ve forzado a huir a los gélidos bosques, dejando atrás a su bella e inteligente esposa, Stefa. Después de la guerra, tras haber eludido los campos de concentración, ambos consiguen ir rehaciendo sus vidas mientras buscan el momento de reencontrarse: Stefa, en la Rusia de Stalin, y Elisha, en Israel, donde otro conflicto está empezando a fraguarse… En esta novela, Amoz Oz añade a su relato un marco de fantasía alegórica, de cuento popular. Así, del mismo modo en que las figuras de Chagall resuelven con total naturalidad los problemas gravitacionales, Elisha levita y sobrevuela «los alemanes, los bosques, las cabañas, los fantasmas, los lobos»; Stefa, por su parte, se convierte en una especie de heroína cómica de la burocracia soviética. Pero, cuando el matrimonio se reúna por fin, será solo para desaparecer de nuevo, convertidos ya en seres tan insustanciales como todos aquellos que se han alejado demasiado de la tierra para escapar de los corrosivos tentáculos del mal.
Publicada por primera vez en hebreo en 1978, La bicicleta de Sumji es, según palabras del propio autor, una sencilla historia sobre un niño «a quien una vez le regalaron una bicicleta y la cambió por un tren, el tren, por un perro, el perro, por un sacapuntas, y el sacapuntas, por amor».Pero es mucho más que eso. Es una historia sobre los cambios, sobre hacerse mayor, sobre los sueños. Una historia acerca de las familias, sus amores y hasta sus políticas. Es una historia sobre la ocupación y el colonialismo. Es una historia de Jerusalén. Pero, sobre todo, es una historia sobre un niño que consigue su primera bicicleta y declara su primer amor, todo en el mismo día. Y que, seguramente, llegará a los corazones de todos aquellos que alguna vez han crecido (o que nunca han dejado de hacerlo).En la tradición de personajes tan memorables como Huckleberry Finn o Holden Caulfield, Sumji, salido de la pluma magistral del novelista Amos Oz, es un pequeño gran héroe divertido, puro y muy muy simpático.
La última novela de Amos Oz es una oda a la imaginación.Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007 ¿Por qué escribes? ¿Y para quién? ¿Qué querías decir exactamente en tu último libro? ¿Extraes el material de tus historias de la imaginación o de la vida? El escritor, protagonista sin nombre de la novela, conoce muy bien esas preguntas, que sin duda le harán en la velada literaria que va a comenzar en el viejo centro cultural. También sabe que no tiene una respuesta sencilla que dar al público congregado ahí esa tarde. Pero de camino hacia allí el autor se ocupa del acto de la escritura. No deja de observar, de inventar biografías y tramas para los personajes que se encuentra por el camino. Pesca alguna expresión de la cara, alguna palabra casual o un gesto, y con eso hilvana una vida completa, se imagina historias de pérdidas y anhelos, escenas de amor y de seducción. Y, a medida que la noche se alarga, se va difuminando la diferencia entre lo que ha ocurrido de verdad y lo que podría haber pasado. El escritor sin nombre vaga como un espía entre personas solitarias, desamparadas, y encuentra en cada una de ellas un potencial para una posible historia.